¿Estás decidid@ a caer en su embrujo?
La unión de dos continentes
Estambul, una ciudad bella y mágica que hay que visitar o sí. Los turistas que la visitan quedan maravillados, quizá porque es más un país europeo que musulmán. El turista se encunetra ante una ciudad monumental, con una mentalidad muy abierta que acoge con los brazos abiertos a aquellos que lo visitan. Se encuentra estratégicamente en el estrecho del Bósforo, que separa geográficamente Europa de Asia. Por eso la ciudad turca es una mezcla de culturas, entre la belleza oriental y la mentalidad europea. De hecho, es la única ciudad de este planeta que ocupa dos continentes, uno a cada lado de este estrecho.

Retrocediendo en su historia, la ciudad fue bautizada como Bizancio, aunque su máximo esplendor lo logró con el nombre de Constantinopla. Durante la Edad Media era el nexo de unión del comercio entre África, Europa y Asia.
En 1930 recibó su nombre actual gracias a Atatürk, quién lideró el movimiento nacional turco, convirtiéndose así en el primer presidente de la República Turca. Otro de los cambios que realizó fue traspaso de capital, Estambul perdió ese título siendo Ankara la capital del estado turco desde 1923.

¿Alguna vez has oído hablar del Orient-Express? se trata del tren más famoso y mítico del mundo. Puesto en marcha en 1883, su función era unir París, capital europea por excelencia en aquella época, con Estambul, la capital de Oriente. En él han viajado durante 137 años (estuvo mucho tiempo inoperativo) famosos, jefes de estado, monarcas y, por supuesto, turistas con gran poder adquisitivo. Y es que los 2.700€ que vale el billete más económico no está al alcance de cualquier bolsillo. La escritora Ágata Christie lo catapultó a la fama con su novela "Asesinato en el Orient Express". Actualmente sigue en funcionamiento, recorriendo Europa, con los mismos vagones de la época pero a todo lujo.
Uno de los datos que te sorprenderan de Estambul es que es la capital más poblada de Europa, con más de 15 millones de habitantes. En ella conviven varias culturas, predominando la comunidad musulmana. Olvida el concepto que tengas sobre los países árabes. Turquía te cambiara por completo esa mentalidad, es un país civilizado, que cuida al máximo su turismo, sus habitantes son muy hospitalarios y por supuesto tienen una mentalidad abierta, recuerda que están en territorio europeo.
El idioma oficial es el turco, aunque la mayoría de los comerciantes hablan varios idiomas. Tienen el don de adivinar de donde vienes, de hecho te sorprenderán hablando tu mismo idioma. La moneda del país es la lira turca, por lo que saldrás ganando con el cambio de moneda pues una lira equivale a unos 10€. ¡Aprovecha para realizar unas buenas compras!

Para viajar a Turquía necesitas obetener el visado turco (unos 18€ aproximadamente). Hay dos opciones: pagarlo en el aeropuerto realizar el pago online (así evitarás hacer cola en el aeropuerto).
Para obtener tu visado turco, accede al Centro de Solicitud de Visado pinchando aquí
Ruta por las mezquitas
Son la principal atracción del país, y es que hay cerca de 3.000 mezquitas repartidas por toda la ciudad. No te asustes, ver todas es imposible. De todas ellas seguro que querrás visitar las más importantes:
SANTA SOFÍA
Dedicada al Dios de la Sabiduría, se le conoce bajo el nombre de Santa Sofía. Durante 1.000 años ha ostentado el título de ser el templo de culto más grande del mundo. Nació como catedral ortodoxa bizantina, posteriormente se convirtió en templo católico con el Imperio Latino y bajo el dominio otomano, fue transformada en mezquita. Actualmente es un museo, por lo que no se realiza ningún culto, siendo visitable por cualquier persona.

Su principal seña de identidad es la cúpula, con una altura de 55 metros, sostenida por cuatro arcos y pilares que sustentan los bellos mosaicos bizantinos en tono dorado, como si fuera oro, que brillan con la luz. En ellos verás escritos en árabe los nombres de Alá, el profeta Mahoma, los nietos de este y los cuatro primeros califas. Desde el exterior la reconocerás por su color anaranjado y sus cuatro miraretes.
La entrada cuesta 60 liras turcas, lo que equivale a unos 8,50€. El horario es de 9:00 de la mañana a 17:00 horas de la tarde.

MEZQUITA AZUL
Ubicada justo en frente de Santa Sofía, su nombre original es la mezquita de Sultán Ahmed, quién la mandó construir. Fue inaugurada en 1617, convirtiéndose en la primera mezquita del Imperio Otomano del sultán. Es una de las mezquitas más bellas del país.
Por fuera la identificarás por sus seis miraretes y la arquitectura de sus cúpulas, construidas de forma escalonada, una encima de la otra. Lo primero que te preguntarás es por qué se le conoce como la Mezquita Azul. La respuesta la obtendrás en su interior: está adornada por 20.000 azulejos de cerámica, con dibujos sobre la naturaleza, siendo en su mayoría de color azul. Para embellecer aún más su interior, está iluminada con luz natural que entra por sus espectaculares vidrieras y sus gigantescas lámparas en forma de araña, que cuelgan del techo. Estas, en su inicio, estaban recubiertas de oro, piedras preciosas y huevos de avestruz. El suelo está recubierto por alfombras.

La creación de esta mezquita estuvo cargada de gran polémica. Primero porque se destinó a su construcción todo el dinero de las arcas públicas. Segundo porque La Meca contaba con el mismo número de miraretes (seis): era una ofensa igualar al templo más importante del islamismo. Para solucionar este problema se añadió un séptimo mirarete a la mezquita de La Meca.
La Mezquita Azul tiene una capacidad de 10.000 personas. Tienes que tener en cuenta que en ella se realiza el culto. Su visita es gratuita aunque siendo turista no musulmán, sólo te dejarán entrar en las horas en las que no están rezando y bajo unas normas de vestimenta que te explicaré más adelante. Accederás a ella a través de su patio interior, donde verás las pilas de agua donde realizan la purificación.
Es una visita imprescindible que no te puedes perder. Recuerda que abre todos los días desde las 9:00 de la mañana hasta las 19:00 horas de la tarde.
MEZQUITA SULEIMAN
Presume de ser la mezquita que mejor panorámica tiene de Estambul gracias a su ubicación, en lo alto de una colina, cerca del centro de la ciudad. Desde allí tienes una de las vistas más bonitas del estrecho del Bósforo. Se terminó de construir en 1558 bajo el mandato del Sultán Süleymaniye.
Fue diseñada como un complejo para desarrollar las actividades religiosas y culturales de la población. En ella se albergaba un hospital, varias escuelas y un comedero para servir a los más necesitados. A lo largo de su historia ha sufrido varios incendios y terremotos por lo que ha tenido que ser reconstruida en numerosas ocasiones.

Su interior está decorada con miles de azulejos y las espectaculares vidrieras de sus 138 ventanas. Por fuera, puedes acceder a los mausoleos donde están enterrados tanto el sultán Suleiman I y parte de su familia. Actualmente es un lugar de culto, se puede visitar en horario no destinado a la oración. Abre todos los días desde las 9:30 hasta las 16:30 horas de la tarde.
MEZQUITA NUEVA
Parece un milagro que esta mezquita se haya levantado después de casi un siglo de controversia. Primero porque está edificada en el barrio judío de Estambul, y resultó ser una ofensa para esta pequeña población.
Debido a su enorme gasto económico, la edificación fue abandonada. Para rematar su tragedia, sufrió un gran incendio, dejándola prácticamente en ruinas. Gracias al empeño del arquitecto imperial, el proyecto se volvió a construir, siendo inagurada en 1665.
Posee un enclave magnífico, ubicada en la orilla del estuario Cuerno de Oro, que divide la ciudad de Estambul. Para que te sitúes, está en frente del Puente de Gálata.

Los musulmanes rezan cinco veces al día. El primer rezo se realiza antes del amanecer, sobre las 5 de la mañana. Puede que te des el susto de tu vida mientras duermes, ¡no serás el primero! Los siguientes rezos son: al medio día, dos por la tarde y otro antes de la cena. Pueden rezar en cualquier lugar, no es obligatorio ir a las mezquitas. El día sagrado para ellos es el viernes (lo que para nosotros es un domingo). Es probable que encuentres locales cerrados este día de la semana. Para rezar hacen una ablución, es decir, un ritual de purificación donde se lavan ciertas partes de su cuerpo antes de proceder al rezo: las manos, los pies y la cara. Acceden a las mezquitas descalzos y debidamente vestidos. Como turista te van a exigir que respetes sus normas. Está prohibido entrar enseñando las piernas y los brazos. Los hombres y las mujeres rezan por separado. Ellas deben cubrir su pelo y hombros con un manto para evitar cualquier tipo de belleza. Discutible o no, estas son sus tradiciones y deberás respetarlas. Si no las quieres cumplir es tan fácil como no ir a ninguna mezquita. Estambul es una ciudad muy abierta donde no te van a exigir nunca que te cubras el pelo si vas por la calle.
Esta mezquita imperial tiene un patio, dos minaretes y cerca de 100 bóvedas de diferentes tamaños. En su interior está decorada con azulejos de varios colores y columnas de mármol.
Como complejo tiene varios edificios adyacentes donde se ubican escuelas, un hospital, baños públicos y conlinda con el famoso Bazar de las Especias.
Al igual que el resto de las mezquitas, su entrada es gratuita, respetando el horario de culto.
Palacios Imperiales
Como ya sabes, Estambul ha sido a lo largo de su historia la capital más importante de los diferentes imperios. Por ello, todavía se conservan varios de las residencias oficiales de los que fueron sus mandatarios como son el Palacio de Topkapi y el Palacio Dolmabahçe.
PALACIO DE TOPKAPI
Este complejo palaciego, fue durante siglos el centro administrativo de todo el Imperio Otomano, concretamente desde el año 1465 hasta 1853. Mandado construir por el sultán Mohamed II, ocupa 700.000 metros cuadrados, rodeados por una muralla. Dentro verás diferentes edificios y numerosos jardines. Está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985.

Accederás a él por la majestuosa Puerta Imperial. Podrás visitar el Patio de Ceremonias, los Establos Reales, el Salón de la Audiencia y la Biblioteca entre otras estancias. Destaca la sala donde se ubica el Tesoro, uno de los más espectaculares de este planeta: abarca una colección de piezas procedentes de saqueos, regalos de mandatarios o propiedad de los diferentes sultanes.
Déjate impresionar por el Diamante del Cucharero, 49 diamantes de 84 kilates. Fue encontrado por un pescador que lo cambió por tres cucharas de manera a un cucharero, de ahí su nombre. Otras estancias de igual importancia son las Cocinas Reales: albergan una de las más importantes exposiciones de porcelana y cristal de las que se tiene constancia. Completada por 10.000 piezas procedentes de todo el mundo y de un incalculable valor.

Además de disfrutar del mejor patrimonio turco, contemplarás de unas increíbles vistas de toda Estambul. Sólo cierra los martes. Tiene un horario de 9:00 a 17:00 horas y la entrada cuesta 60 liras turcas, unos 8,50 euros.
PALACIO DOLMABAHÇE
Hablamos del segundo palacio imperial de Estambul, que sustituyó al Palacio de Topkapi a partir de 1856. Lo mandó construir el Sultán Abdülmecid para instalar allí su residencia, adaptándolo a los lujos modernos.
De hecho es el edificio más grande del país. Sus números son abrumadores: abarca 45.000 metros cuadrados en los que cuenta con 285 habitaciones, 68 cuartos de baño, 46 salones, 6 baños turcos y unos enormes jardines. Está ubicado en una de las orillas del Bósforo. Si realizas uno de los cruceros, sin duda lo reconocerás por sus enormes dimensiones y su estilo europeo, una mezcla entre neoclasicismo y barroco.

En 1984 se convirtió en museo estatal. Y es que en su interior se refugia un auténtico tesoro. La mayoría de las piezas son procedentes de regalos de las distintas cortes del mundo. Querrás ver la enorme lámpara de cristal de Bohemia, la más grande del mundo, regalo de la reina Victoria de Reino Unido.

El palacio se divide en cuatro partes: el Selamlik (con los salones oficiales, destaca el Salón del Trono y la Escalera de Cristal), el Museo del Reloj, el Pabellón de Cristal y el Harén (comprende las estancias privadas de la familia del sultán). Fíjate si su visita es espectacular que utilizaron 14 toneladas de oro para adornar los techos del palacio… ¡espero haberte convencido ya!
Para hacer la visita deberás madrugar y reservar una visita guiada, es la única manera para ver el palacio. También tienes que tener en cuenta de que está retirado del centro, por lo que necesitarás usar el transporte público para llegar.
Abre todos los días desde las 9:00h hasta las 16:00h. Cierra los lunes. La entrada vale 60 liras turcas, al cambio serían unos 8,60€.
El tesoro del subsuelo
Ya te dije que Estambul te va a sorprender en todos los sentidos. Bajo el suelo de la ciudad, se encuentran unas 60 cisternas subterráneas construidas en la época bizantina cuyo destino era surtir de agua a la ciudad en caso de asedio o por falta de lluvia.
CISTERNA BASÍLICA
Es la más grande con una capacidad de 9.800 metros cuadrados. Contiene una enorme sala, de unos nueve metros de altura soportada por 336 columnas de mármol. Fue construida en el año 532, bajo el reinado del emperador romano Justiniano I. Además de filtrar el agua de lluvia, está conectado al manantial natural del bosque de Belgrado, al norte de Estambul, mediante un acueducto. Estuvieron operativas hasta el siglo XIV debido a la creencia musulmana de que el agua que no fluye, no es limpia y por tanto dejaron de utilizarla.

Es una auténtica obra de ingeniería que merece la pena visitar. Hay un camino de pasarelas construidas sobre el agua para que puedas caminar. Un sitio mágico, donde las columnas están iluminadas y reflejadas por el agua.

A parte de disfrutar del recorrido, tu objetivo será encontrar las dos columnas que tienen como base una cabeza de medusa, ¡son la atracción del lugar! En la mitología griega, la medusa es uno de los monstruos del mundo subterráneo. Está representada con cabeza de mujer y cabellos en forma de serpientes. Las encontrarás bocabajo ya que se dice que así se eclipsa su poder de petrificar a la persona que la mire a los ojos.
De compras por Estambul
Recuerda que la ciudad es nexo de unión entre el comercio de todo el mundo. Si eres un amante de las compras, este es tu destino:
EL GRAN BAZAR
En toda ciudad árabe, hay una gran zona de comercio en el centro de la ciudad. El de Estambul es uno de los más famosos y grandes del mundo. Además, como buen turista seguro que querrás comprar más de un recuerdo.

El Gran Bazar de Estambul cuenta con más de 4.000 puestos y un total de 58 calles, distribuidas por oficios. Inagurado en el año 1464, siempre ha sido el epicentro del comercio de la ciudad. Es un complejo de callejuelas, que si no te orientas bien, es posible sentirte perdido. Pero no debes de temer nada, la gente es muy amable. Eso sí, si tienes que comprar espero que sepas regatear, el precio que te marcan siempre es al alza.
Su visita es de libre acceso. Ve con suficiente tiempo porque es muy grande. Los puestos cierran a las 19:30 horas de la tarde. Los Domingos está cerrado.

EL BAZAR DE LAS ESPECIAS
No olvidemos que en Estambul terminaba la famosa Ruta de la Seda. Era el nexo de unión entre el comercio de Asia y Europa. La mayoría de las especias llegaban desde la India. Comparado con el Gran Bazar, es mucho más pequeño. Eso sí más coqueto y manejable. Está destinado principalmente a la alimentación. También se le conoce como el Bazar de Egipto.
Cierra los Domingos. La mayoría de los puestos suelen cerrar en torno a las 19:00 horas.

Quizá pienses que visitar Turquía sin conocer muy bien el idioma puede ser un inconveniente. No sé cómo lo hacen pero los turcos, con sólo mirarte, te hablan en tu mismo idioma. ¡Sin mediar palabra, ellos ya saben de donde vienes!
Cruza al otro lado
Estambul está dividida por agua en sus cuatro costados. Aunque las principales atracciones están en el centro, en el otro lado de la orilla hay ciertos sitios que querrás visitar.
PUENTE DE GÁLATA
Es uno de los puentes que conectan la ciudad sobre el Cuerno del Oro. Recibe este nombre porque, según la leyenda, durante el Imperio Otomano, tiraron tantos tesoros de sus conquistas que sus aguas brillaban de tanto oro.

Tiene 490 metros de longitud. Además de la calzada para los coches, tiene en ambos laterales una zona de tránsito para peatones. La parte de abajo está llena de restaurantes. Ofrece una panorámica perfecta de Estambul. Caminando por él verás a muchos pescadores. Te aconsejo que vayas a pie para disfrutar de su gente, las vistas y el trasiego de los barcos. Es, sin duda, punto de reunión de los turcos.
TORRE DE GÁLATA
Esta pequeña torre, se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Datada en el año 507, en su origen era de madera y servía como faro. Con el paso de los años ha sufrido muchas transformaciones además de varios incendios. Entre otros destinos, fue un calabozo y torre de vigilancia. La actual torre es de piedra, con una altura de 61 metros y nueve plantas. En la última hay un restaurante con unas vistas inmejorables de Estambul.

Para subir puedes hacerlo andando o en ascensor. Eso sí, este último te deja en la planta séptima, con lo que tendrás que subir dos plantas a pie. Abre todos los días de 9:00 a 20:00 horas y la entrada cuesta 25 liras turcas (3,5€). Un plan perfecto sería ver el atardecer desde la Torre Gálata, mientras te tomas un refresco.

Danza con los Derviches
Erróneamente se piensa que los derviches son bailarines. Famosos por su baile tradicional, pertenecen a un grupo de religiosos musulmanes llamado sufí.
La traducción literal de la palabra derviche es: el que busca las puertas. Digamos que su misión es establecer un vínculo entre los seres humanos y Dios mediante la elevación del alma, que consiguen gracias a su peculiar danza. Por tanto no es un baile como tal, sino un rito espiritual.

Los derviches visten de negro excepto en este ritual, llevan trajes en blanco (color de la pureza) y un gorro cónico (simboliza el control emocional), realizan la danza Sema: giran sobre sí con la palma de la mano derecha hacia arriba, simbolizando el infinito, y la palma izquierda haca abajo, señalando la tierra. Van haciendo giros según la música, cada vez más rápido, intensificando el giro hasta llegar al clímax espiritual. Pueden danzar durante horas.
En el mundo hay alrededor de cincuenta millones de derviches. Reniegan de lo material, creyendo sólo en la espiritualidad, la naturalera en sí. Son una comunidad muy instalada en Turquía, en concreto pertenecen a la orden Mevleví. De hecho en Estambul podrás verlos, en la Hodja Pasha Culture Center, son toda una atracción turística. Para comprar los tickets accede a la web aquí.
Desde 2008, la danza Sema pertenece al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Gastronomía turca
Si no lo sabías, tanto los döner kebab como los durum son los platos estrella de Turquía. Eso sí, mucho más ricos y sabrosos, los encontrarás tanto de carne y como de pescado.
Otra comida típica son los dolma: arroz y carne envueltos en hojas de parras. También puedes degustar los köfte, una especie de albóndigas de carne. Anota el nombre de midye dolma, son mejillones fritos con arroz, un plato muy típico en la costa.
Para comer pescado freco te aconsejo que vayas a los bares que hay debajo del Puente de Galata.

En cuanto a las bebidas, lo más popular es el té de hiervas y el café turco, preparado sin leche y con azúcar, ¡eso sí con sus típicos posos!
En verano, los turcos consumen Ayran, una especie de yogur líquido con limón.
Otra delicatessen de Estambul son los dulces. El más famoso es el Baklava, un fino hojaldre relleno de pistacho y miel. Y si eres muy goloso, te recomiendo que pruebes los Lokum, un pastel parecido a una gominola de azúcar glas.
En general la gastronomía turca es una auténtica delicia.
Recomendación
Sin duda es el restaurante con las mejores vistas panorámicas de Estambul. Situado en el útlimo piso del Hotel Adamar, el Panoramic Restaurant se ha convertido en una visita obligada. Con una carta variada, la comida es bastante buena. Es el sitio perfecto para ver la puesta de sol, tiene unas vistas de 360º de la ciudad.
Dirección | Alemdar, Yerebatan, Istanbul

Estambul | Transportes
Para ir más rápido a la capital, puedes coger un taxi público. El precio ronda los 30 eruso (200 liras turcas).
Puedes llegar al centro de Estambul en metro, utilizando la línea M1 que conecta con el aeropuerto. El precio del billete es de 2 liras turcas.
Estambul | Tarjetas Turísticas
Istanbul Tourist Pass
Es la tarjeta oficial. Con ella puedes elegir el acceso a 35 monumentos de la ciudad. Tienes descuentos en transporte privado e internet ilimitado. Evita colas con esta tarjeta.
Puedes elegir entre:
2 días – 92€ | 3 días – 115€ | 5 días – 135€
Se compra online (te la envían a tu email) en la siguiente web:
Istanbul Welcome Card
Con esta tarjeta evitarás hacer cola. Te la pueden enviar a tu alojamiento. Incluye: entradas a monumentos, billetes de transporte, un crucero por el río Bósforo, descuentos y un mapa.
Depende de la modalidad que pagues, tienes más prestaciones. Hay 3 opciones:
19€ | 59€ | 99€
Es válida para 7 días.
Se compra online en la siguiente web:
Istanbulkart
Es la tarjeta monedero para utilizar el transporte público de Estambul. Con ella se pueden realizar transbordos.
El precio de la tarjeta es de 10 liras turcas + la recarga que elijas.
Se venden/recargan en las estaciones de metro, autobuses y muelles.