¿Quieres descubrirla?
La ciudad de los Descubridores
Lisboa goza de una posición privilegiada, justo en la punta más occidental de Europa y situada en la desembocadura del río más largo de la peñínsula ibérica, el Tajo. La ciudad es clave para el comercio marítimo internacional. Su puerto siempre ha sido uno de los más importantes del mundo. De ahí que siempre haya sido un lugar clave para la mezcla de culturas y la hospitalidad.
No se sabe muy bien si fueron los fenicios o los griegos quienes la fundaron, pero la bautizaron como Ossipo «puerto encantado» en el año 1.200 a.C.

Tanto romanos, bárbaros, visigodos y musulmanes invadieron la ciudad. Estos últimos la bautizaron como Al-Ushbuna y estuvieron instalados cuatro siglos (desde el año 711 al 1147). Ellos crearon el barrio de Alfama y el Castillo de San Jorge. Además establecieron una ruta marítima que conectaba la ciudad con Marruecos, Túnez, Egipto, Irán e Irak, todos bajo el dominio árabe.
Durante la Edad Media, los cristianos reconquistaron el territorio portugués con las denominadas cruzadas. Tras la victoria, Alfonso I de Portugal se convirtió en el primer rey del país.
En 1255 Lisboa se convirtió en la capital de Portugal.

La época dorada de Lisboa se llevó a cabo entre el siglo XV y XVII, con la Era de los Descubrimientos. Los europeos se dieron cuenta de la importancia de conquistar nuevos territorios. Así comenzó una era de explotación global: los portugueses descubrieron las islas Madeira y Azores, conectaron con el norte de África y llegaron hasta la India. Vasco do Gama se convirtió en un célebre navegante portugés. Fue él quién realizó el viaje más largo en barco en el año 1498: navegó desde el Océano Pacífico hasta el índico, estableciendo así la ruta comercial entre Europa y la India.
Un año más tarde, Pedro Álvarez Cabral llegó hasta Brasil, convirtiéndose en la colonia más rica de Portugal. De ahí que compartan el mismo idioma.

Las rutas comerciales portuguesas se extendieron hasta Japón. Ya entrado el siglo XVI, el reino de Castilla y Aragón se unió al de Portugal (denominada la Unión Ibérica), creando un poderoso imperio con colonias repartidas por todo el mundo. A la larga, esta unión perjudicó a Portugal, ya que los españoles mimaban más a sus territorios que a los portugueses. En 1640, Portugal se independizó de España, perdiendo así poder en las rutas comerciales.
Finalmente, con el auge de las conquistas británicas en todo el mundo, unido al debastador terremoto de 1755 que azotó a Lisboa y a la declaración de independencia de la mayoría de las colonias, Portugal dejó de ser una de las grandes potencias mundiales en el tráfico del comercio.
Una catástrofe histórica
Al hablar de Lisboa hay que mencionar uno episodios más trágicos de su historia: el terremoto de 1755.
Todo ocurrió el día 1 de Noviembre de ese año, día festivo de Todos los Santos, por lo que la mayoría de la población estaba en sus casas o en misa. A las 9:30 de la mañana, Lisboa sufrió la sacudida de uno de los terremotos más grandes de la historia, con una intensidad de 9 en la escala de Richter (sobre 10). Duró 6 minutos, provocando grietas de cinco metros de ancho.
Después del terremoto, la ciudad sufrió un tsunami con unas olas de 6 metros de altura y por si fuera poco, le siguió un incendio que duró cinco días, prococado por las velas, que terminó por devastar la ciudad. Se estima que más de 100.000 personas murieron. Aproximademente un 85% de los edificios quedaron destruidos. Se perdió un gran patromonio de Lisboa, edificios como el Palacio Real, la Catedral, el Teatro, la Biblioteca… todos ellos pasaron a la historia.

Por aquel entonces, reinaba José I, conocido como el Marqués de Pombal, que dijo eso de: «ahora hay que cuidar de los vivos y enterrar a los muertos».
Gracias a su empeño, reconstruyó la Lisboa que conocemos hoy en día: calles anchas y plazas enormes. Algunos de los lugares más emblemáticos de Lisboa, que se crearon tras esta catástrofe, son la Plaça do Comercio, la Avenida de la Liberdade o la Plaça dos Restauradores.

Si algo te llamará la atención es el empedrado portugués. Todas las calles están empedradas (absolutamente todas las aceras). Realizados por los "calceteiros", es uno de los oficios más antiguos del país. Desde el siglo XIX, el acerado está compuesto por piedras calizas irregulares. Como si del juego del tetris se tratase, van colocando los adoquines uno al lado de otro con la ayuda de un martillo, realizando figuras geométricas e incluso algunos retratos. Y es que este oficio está considerado un arte. No todo va a ser admirar edificios, mira de vez en cuando al suelo.
Las 7 colinas de Lisboa
Como ya os he dicho, Lisboa es la ciudad de las siete colinas. En cada una de ellas se localiza un barrio, con sus propias características. Centrémonos en los 5 barrios más destacados de Lisboa: el Barrio Alto/Chiado, la Baixa, Alfama, Graça y Belém.

CHIADO / BARRIO ALTO
Es el barrio más bohemio de Lisboa, zona predilecta de poetas y escritores.
Como su nombre indica, se ubica en una de las colinas más altas de la ciudad, muy cerca del centro. Para aceder a él tendrás que subir sus empinadas cuestas o bien coger algún elevador, metro o tranvía.
Chiado es una zona muy pintoresca, lleno de tiendas y restaurantes con precios muy asequibles. Aquí podrás escuchar los famosos fados, la música tradicional portuguesa.
Recomendación
Si quieres escuchar un fado en directo, te recomiendo la Tasca do Chico. Es un bar muy pequeño que ofrece actuaciones musicales a partir de las 20:00 horas. Te exigen una consumición mínima d e 10€.
Dirección | R. do Diário de Notícias 39.

A continuación, te describo qué lugares tienes que visitar en el Barrio Alto:
♦ Ruinas del Convento do Carmo
En su día fue la iglesia gótica más grande de Lisboa. Desde fuera tiene un aspecto desolador. En 1755, debido al terremoto que desoló la ciudad, quedó en ruinas. Años más tarde hicieron un intento de restauración pero nunca prosperó. Digamos que sólo es un edificio representativo para conmemorar el debastador terremoto que cambió por completo la estructura de la ciudad.
Actualmente alberga el Museo Arqueológico. El precio de la entrada es de 4€ aunque no recomiendo mucho su visita.

♦ Café A Brasileira
Es la cafetería más antigua y emblemática de la ciudad. Desde 1905 vende café de origen brasileño. Se dice que fue el primer sitio que sirvió bica, un tipo de café típico portugués con un sabor muy fuerte.
Siempre ha sido un lugar de encuentro de intelectuales, artistas y escritores. En su terraza podrás ver la estatua del famoso poeta portugués Fernando Pessoa.
Dos datos relevantes a tener en cuenta es que desde 1997, está considerado como parte del Patrimonio Arquitectónico de Portugal. Además, la éxitosa serie El tiempo entre costuras la hizo más famosa todavía pues en ella se rodaron algunas escenas. Es sitio de peregrinaje para muchos turistas. Eso sí, tomarse un café aquí te va a salir más caro que en cualquier otro lugar. Merece la pena asomarse y ver esta cafetería por dentro, decorada en estilo art decó.

♦ Cervecería Trinidade
También incluida en el Patrimonio Cultural de Lisboa, es la cervecería más antigua y bonita de la ciudad. Ubicada en un antiguo convento, está decorada desde 1864 con los azulejos típicos lisboetas.
Su fachada está presidida por figuras representativas del Agua, la Tierra, el Comercio, la Industria, la Ciencia y la Agricultura.
¡Asómate por este típico sitio portugués!

BARRIO LA BAIXA
Hablamos del barrio más comercial de Lisboa. Todas las grandes franquicias tienen aquí sus tiendas. Tras el terremoto que desoló la ciudad, el gran Marqués Do Pombal tuvo la magnífica idea de construir este espacio, centro neurálgico de la ciudad.

♦ Rua Augusta
Seguro que pasarás por ella varias veces. Es la calle peatonal y más céntrica de Lisboa. Recórrela entera y dirigete hasta el Arco Da Rua Augusta, levantado como símbolo de la ciudad, justo después del terremoto, conmemora la reconstrucción de la ciudad. En él se aprecian las esculturas de los personajes portugueses más importantes hasta la época: Vasco da Gama, el Marqués de Pombal, Viriato y Nuno Álvares. Arriba presiden este monumento las esculturas de la Gloria, el Valor y el Genio.
Si quieres tener una buena panorámica de toda la ciudad, sube al mirador que hay encima del arco. Para acceder a él tendrás que pagar 2,50€ por persona.
Este arco abre paso a la enorme Plaça Do Comercio.

♦ Plaça Do Comercio
Seguramente la hayas visto en multitud de fotografías ya que es la plaza más importante de la ciudad.
Era la puerta de Lisboa, antiguamente los barcos descargaban su mercancía en este lugar. Antes del gran terremoto, aquí se ubicaba el Palacio Real. Ahora es el punto de encuentro de excursiones y turistas.
En el centro encontrarás la estatua de José I, el que fuera Rey de Portugal. Una vez te inmortalices con ella, dirígete hacia la orilla del río y disfruta de una de las mejores vistas de la ciudad. Desde allí se ven los puentes que conectan Lisboa. Verás los barcos navegar y si miras hacia atrás verás hasta el castillo de la ciudad en lo alto de la colina.
¡Es una de las panorámicas más bonitas de la ciudad!

♦ Elevador de Santa Justa
Sin duda te recordará a la Torre Eiffel de París y es que su estilo de hierro neogótico está inspirada en ella. Hablamos de uno de los emblemas de la ciudad. Este ascensor de 45 metros de altura conecta el Barrio Alto con la Baixa. Su creador fue Raoul Mesnier de Ponsard y lo terminó en 1902.

Hoy en día es una de las atracciones turísticas de Lisboa, la gente hace largas colas para subirse en él (5€ subir y bajar + vistas mirador). Aunque te diría que no pierdas el tiempo haciendo cola. La calle que tienes justo detrás, Rua Do Carmo, sube hasta el Barrio Alto, bordeando un centro comercial.

Tienes dos opciones, pagar la entrada por subir al elevador o acceder a él por la parte de atrás. Bordea el Convento do Carmo. En la parte de atrás verás unas escaleras, pertenecen a la salida del Elevador de Santa Justa. Accede por ahí, no te preocupes, hay un barecito. Desde allí realicé esta fotografía, una panorámica diferente de la ciudad de Lisboa.
♦ Plaça Rossio
Subiendo la Rua Augusta, la calle peatonal de las tiendas, saldrás a esta maravillosa plaza. Primero mira al suelo, su calceta blanca y negra fue diseñada en el siglo XIX. Tanto a un lado como en el otro, está custodiada por dos fuentes. En el centro está el Monumento a Don Pedro IV. Suele estar muy concurrida ya que está llena de paradas de bus y tranvías. El edificio más importante que alberga es el Teatro Nacional de doña María II.

BARRIO DE ALFAMA
Sin duda es el barrio más pintoresco de Lisboa. Se ubica en la colina del castillo. Si te gusta la fotografía será tu barrio favorito. Mantiene su tradicional estilo, lleno de callejuelas estrechas y empinadas. Piérdete por él y descubre la esencia lisboeta. Además el famoso Tranvía 28 termina su trayecto en este barrio. En él verás:
♦ Catedral Da Sé
Subiendo la calle Santo Antonio de Sé, encontrarás la catedral. No confundir con la Iglesia de San Antonio que está frente a la Catedral. Construida en el siglo XII, resistió al terremoto de Lisboa, aunque lo que verás ahora es su restauración. De estilo romántico, uno de sus tesoros son los restos del patrón de la ciudad, San Vicente. La entrada cuesta 2,5€.

♦ Casa Dos Bicos
Se trata de la casa más famosa del barrio, y es precisamente por su fachada, tallada con forma de pico (bico en portugués). En el siglo XVI era el Palacio del virrey de la India, Alfonso de Albuquerque. Posteriormente fue un almacén de bacalao. Y hoy en día es la sede de la Fundación José Saramago, uno de los escritores portugueses más famosos del mundo. Su cuerpo se encuentra enterrado bajo un olivo en frente de la Casa Dos Bicos, concretamente en el Jardín Campo das Cebolas.
♦ Castillo San Jorge
Presidiendo la colina más alta de Lisboa, es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Puedes ahorrarte la caminata cogiendo el Elevador do Castello, aunque yo te recomiendo que vayas a pie. Subir hacia él es recorrer la esencia del barrio Alfama. Recorrerás estrechas callejuelas hasta llegar al Arco de San Jorge, que da acceso al castillo. sobrevivió a invasiones de griegos, romanos, mulsumanes, o visigodos. Posteriormente fue conquistado por los cristianos. En el siglo XVI se convirtió en Palacio Real mientras reinaba Juan II de Portugal. No resistió al terremoto, lo que se ve ahora es una reconstrucción.
La entrada cuesta 8,50€. Sinceramente no merece la pena pues el interior es algo desolador. Si entras verás los calabozos, el patio de armas (muy pobre) y podrás caminar por recinto amurallado.

BARRIO DE BELÉM
Indiscutiblemente, es el barrio que tiene más patrimonio cultural, eso sí, está lejos del centro por lo que te recomiendo coger algún medio de transporte para llegar a él.
♦ Monasterio de los Jerónimos
Diseñado por Diogo de Boitaca, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1983. Y es que su belleza es única en el mundo. Construido en el siglo XVI, de estilo manuelino y con una sóla nave decorda con seis columnas, conmemora el regreso de la India del gran Vasco de Gama. Ocupa el lugar donde la tripulación rezó antes de salir de viaje, antiguamente se ubicaba la Ermita de Restelo. En él descansan los restos mortales del navegante. También aquí se encuentran enterrados personalidades como Manuel I, Catalina de Austria, Enrique I y Luís de Camoes, escritor portugués, que está considerado uno de los mejores poetas portugueses.
Podrás visitar el impresionante Claustro, la Iglesia y el Museo de Arqueología de Lisboa. El acceso a la Iglesia es gratuito pero para visitar el Claustro hay que comprar una entrada que vale 10€.

♦ Torre de Belém
Desde 1519 se erige esta preciosa torre, vigilando el río Tajo. Fue sistema defensivo de Lisboa, centro de aduanas, prisión y faro. Desde ella partían los barcos en la Era de los Descubrimientos.
Su arquitectura es una maravilla. Está esculpida en piedra, con escudos e imágenes de los nuevos descubrimientos. Con una altura de cinco plantas, en su parte de arriba podrás disfrutar de las vistas de 365º de su terraza. Eso si, para acceder a ella tendrás que subir una escalera con forma de caracol.
Fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad junto al Monasterio de los Jerónimos.

♦ Monumento a los Descubrimientos
Como su nombre indica, es un homenaje a todos los navegantes que contribuyeron a expandir las colonias portuguesas en la Era de los Descubrimientos.
Fue creada por Cotinelli Telmo y Leopoldo de Almeida en 1960. La estatua tiene 52 metros de altura. Con forma de carabela, en la proa está representado Enrique El Navegante. A los lados, hay en total 33 personajes: reyes, matemáticos, navegantes, escritores, poetas y cronistas.
Impresiona mucho su altura y y el entorno que la rodea: en la orilla del río Tajo. Puedes verlo por fuera pero si lo que buscas es una preciosa panorámica, por 6€ accederás al mirador que tiene arriba, ¡las vistas son inmejorables!

BARRIO DE GRAÇA
Está al lado del barrio de la Alfama. Si acabas de visitar el Castillo de San Jorge, acércate y pasea por sus calles. Después del terremoto de 1755, la gente eligió este barrio para construir sus casas. Muchas de ellos fueron villas obreras que constrastan con algunos palacetes.
Está situado en la colina más alta de Lisboa. Obviamente lo mejor que ofrece son sus vistas con su famoso Mirador de Gracia.
Miradores de Lisboa
Lisboa está llena de miradores, y es que estar ubicada sobre siete colinas tiene sus ventajas y desventajas. Las vistas son impresionantes en cualquiera de estos sitios que te voy a describir a continuación. Eso sí, recuerda llevar siempre zapato cómodo, tus pies te lo agradecerán para subir las cuestas empinadas de la ciudad.
Mirador da Graça
De todos los miradores de la ciudad, este es el que mejor panorámica tiene. Eso sí, tendrás que subir empinadas cuestas y escaleras para acceder a él, pero la caminata merece la pena. Está situado en el Barrio de Graça.
En la plaza del mirador hay muchas mesas de restaurantes para sentarte a tomar algo mientras disfrutas de las vistas. Si lo buscas en Google puede llevarte a una confusión pues su verdadero nombre es Mirador de Sophia de Mello Breyner Andresen, dedicado a esta poeta.

Mirador Nossa do Monte Belvedere
Si eres un gran aventurero y lo tuyo es caminar, dirígete al mirador más alto de Lisboa. Con una panorámica de 360º, sus vistas impresionan. Lo encontrarás en el barrio de Graça.

Jardim de São Pedro de Ancantara
Situado en la zona más alta del Barrio Alto, fue inagurado en 1864. La peculariedad es subir hasta él. Tienes tres opciones: subir por la calle Rua de São Pedro de AlcÂntara hasta el final; caminar por la empinada cuesta de la Calçada da Glória o subirte en el Elevador Da Glòria.
Desde él disfrutarás de una bonita panorámica. Puede que te encuentres algún mercadillo de barrio en la plaza.

Topo Chiado
Escondido tras el Convento do Carmo, es uno de mis sitios favoritos. Situado en una de las mejores terrazas de Lisboa, desde él verás el Elevador de Santa Justa, las casas coloridas típicas de la capital y el Castillo de San Jorge.
Allí encontrarás varios restaurantes. Es un sitio perfecto para tomar una copa o un cóctail. Hay muy buen ambiente e incluso puede que haya música en directo.

Mirador de Santa Catalina
Si estas recorriendo el Barrio Chiado verás muchas indicaciones que te dirigen a este mirador. Ubicado en el parque llamado Adamastor, está a unos 3 minutos andando de la Praça Luís de Camões. Ofrece una panorámica diferente, sobre él verás río Tajo, la Estatua Cristo Rey y el Puente 25 de Abril.

Mirador das Portas do Sol
Es el sitio perfecto para disfrutar de una bella panorámica del barrio más pintoresco de Lisboa, el Alfama.
Si vas a subir hacia el Castillo de San Jorge, párate en este mirador pues te pilla de paso.

Gastronomía portuguesa
Hablamos de una de las mejores gastronomías a nivel mundial. La comida es espectacular, tanto de sabor, variedad y precio, Lisboa tiene unos precios muy económicos.
Sí, empecemos por el famoso Bacalao. Dice la leyenda que hay mil recetas con este pescado. Sinceramente da igual cómo lo pruebes, todas están deliciosas: a la parrilla, en sopa, con diferentes salsas, en croquetas, revuelto, etc. Y una receta que te conquistará es Bacalao a Bràs, desligado con huevo y patatas.

Como ciudad costera, el pescado está deliciso. El pulpo, las almejas o las sardinas son muy utilizados en la cocida portuguesa. Prueba el Polvo à Lagareiro, es pulpo con ajo y patatas. Si eres de los que te gusta untar en pan, prueba el Paté de Sardinas, simplemente delicioso.
Recomendación
Si buscas un lugar para probar diferentes tipos de comida, algo más informal y con buen ambiente, anota el Mercado da Ribera. Dentro del mismo mercado hay puestos de diferentes comidas, mesas y sillas para que te sirvas tú mismo.
Dirección: Avenida 24 de Julho, 50.

Para los amantes de las sopas, hay dos que tienes que probar: Caldeirada de Peixe, con trozos de pescado y el Caldo Verde, hecha a base de col, cebolla, patatas y chorizo.
En cuanto a la carne, los portugueses consumen mucho cerdo. La receta más tradicional es Cerdo a la Lentejana.
En el postre no pueden faltar los famosos Pastéis de Belém, hechos de hojaldre, yema de huevo, leche y azúcar.

Recomendación
Para los que os gusta la gastronomía y los sitios «cuquis» tenéis que visitar el Palacio Chiado. Un precioso palacio reconstruido en restaurante. Subid al primer piso, la decoración es impresionante. Es el sitio perfecto para tener una buena velada y tomarte alguna que otra copa.
Dirección | R. do Alecrim 70.

Lisboa | Transportes
El aeropuerto de la ciudad es:
- Aeropuerto Lisboa (LIS)
Está muy cerca del centro, a tan sólo 5,4 kilómetros.
Coger un bus es bastante económico y práctico. El bus que tienes que coger es el 744 si vas al centro, 208 es el nocturno.
Si llevas mucho equipaje, te aconsejo que cojas el Aerobus, el billete cuesta unos 4€ y te deja en el centro de la ciudad.
Debido a la pequeña distancia, la opción de coger un taxi es muy económica, los precios ronda los 15 euros.
Para llegar al centro de Lisboa en metro, utiliza la línea roja (linha da azambuja). El trayecto vale 1,50 € + 0,50 céntimos por la emisión de la tarjeta de transporte.
Lisboa | Tarjetas Turísticas
Lisboa Card
Es la tarjeta oficial. Sirve para viajar en el transporte público y la entrada a los principales monumentos.
Tiene 3 modalidades:
Adultos: 24H – 20€ | 48H – 34€ | 72H – 42€
Niños: 24H – 13€ | 48H – 19€ | 72H – 22,50€
La puedes comprar en las oficinas de turismo, en las máquinas del aeropuerto y de las estaciones de tren.
Viva Viagem
Es una tarjeta individual recargable válida para el transporte público.
Hay muchas modalidades de carga:
– Red Carris: tranvías, elevadores y autobuses.
– Metro
Precio: 0,50 céntimos + el importe que quieras para viajar.
Tiene una duración de un año.
Se venden en las estaciones de metro, quioscos y tiendas autorizadas.
Tarjeta 7 Colinas
Sus funciones son las mismas que la tarjeta Viva Viagem.
Hay muchas modalidades de carga:
– Red Carris: tranvías, elevadores y autobuses.
– Metro
Precio: 0,50 céntimos + el importe que quieras para viajar.
Tiene una duración de un año.
Se venden en las estaciones de metro, quioscos y tiendas autorizadas.